Gabriela Mistral, nacida el 7 de abril de 1889 en Vicuña, Chile, bajo el nombre de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga. Fue una escritora, poetisa, profesora, periodista, pedagoga y cónsul chilena en distintos países. En 1945, se convirtió en la primera mujer latinoamericana en recibir el Premio Nobel de Literatura, siendo una de las figuras más relevantes de la literatura chilena y latinoamericana, reconocida internacionalmente.
Gabriela Mistral no solo destacó por su obra literaria, sino también por su defensa del derecho de las mujeres a la educación y su papel en la sociedad. Su nombre artístico lo adoptó en homenaje a dos escritores que admiraba profundamente: Gabriele D’Annunzio y Frédéric Mistral.
A los 16 años, Mistral ya tenía una voz firme sobre el papel de la mujer en el mundo, como lo demuestra este extracto de su escrito La Instrucción de la Mujer, publicado en La Voz de Elqui y firmado con su auténtico nombre, Lucila Godoy Alcayaga:
(…) En todas las edades del mundo en que la mujer ha sido la bestia de los bárbaros y la esclava de los civilizados, ¡cuánta inteligencia perdida en la oscuridad de su sexo!, ¡cuántos genios no habrán vivido en la esclavitud vil, inexplotados, ignorados! Instrúyase a la mujer; no hay nada en ella que le haga ser colocada en un lugar más bajo que el del hombre.
Que lleve una dignidad más en el corazón por la vida: la dignidad de ilustración.
Que algo más que la virtud le haga acreedora al respeto, la admiración y el amor.
Tendréis en el bello sexo instruido, menos miserables, menos fanáticas y menos mujeres nulas.
Que con todo su poder, la ciencia que es Sol, irradie de su cerebro.
Que la ilustración le haga conocer la vileza de la mujer vendida, la mujer depravada. Y le fortalezca para las luchas de la vida.
Que pueda llegar a valerse por sí sola y deje de ser aquella criatura que agoniza y miseria si el padre, el esposo o el hijo no lo ampara.
¡Más porvenir para la mujer, más ayuda!
Búsquesele todos los medios para que pueda vivir sin mendigar protección».
Fotografía: Archivo Central Andrés Bello
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