Adela Zamudio: una pionera del feminismo en Bolivia

El 11 de octubre de 1854, nacía en Cochabamba, Bolivia, Paz Juana Plácida Adela Zamudio Rivero, más conocida como Adela Zamudio. Poetisa, escritora, pedagoga y feminista, Zamudio fue una mujer adelantada a su tiempo, que utilizó la literatura como un arma para denunciar las injusticias de una sociedad patriarcal y profundamente católica.

Con su poesía «Nacer hombre», cuestiona de manera irónica y crítica el privilegio masculino, una situación que, tristemente, sigue vigente en muchas sociedades hoy en día. Su obra nos recuerda que las mujeres han sido marginadas y subvaloradas durante siglos, a pesar de su capacidad intelectual, su fortaleza y su resiliencia.

Adela, que en sus primeros años firmaba con el seudónimo Soledad, defendió siempre el derecho de las mujeres a desarrollarse plenamente, tanto en el ámbito intelectual como en el social. Su compromiso la llevó a fundar en su ciudad una academia de pintura y el Liceo de Señoritas, con el objetivo de ofrecer a las mujeres una educación de calidad, un derecho que les había sido históricamente negado.

Zamudio también fue una feroz crítica de la corrupción y la hipocresía de la Iglesia y de quienes la sostenían. Su voz y su obra se convirtieron en una referencia para muchas mujeres en Bolivia y en toda América Latina, demostrando que el feminismo no es una lucha reciente, sino una batalla histórica por la justicia.

Hoy, recordamos a esta gran mujer como una pionera del feminismo, cuya valentía y determinación siguen siendo una inspiración para todas nosotras, las que luchamos por nuestros derechos y por un mundo más justo.

Nacer hombre (Poema completo)
«Cuánto trabajo ella pasa
por corregir la torpeza
de su esposo, y en la casa,
(Permitidme que me asombre).
Tan inepto como fatuo,
sigue él siendo la cabeza,
Porque es hombre.

Si algunos versos escribe,
de alguno esos versos son,
que ella sólo los suscribe.
(Permitidme que me asombre).
Si ese alguno no es poeta,
¿Por qué tal suposición?
Porque es hombre.

Una mujer superior
en elecciones no vota,
y vota el pillo peor.
(Permitidme que me asombre).
Con tal que aprenda a firmar
puede votar un idiota,
Porque es hombre.

Él se abate y bebe o juega
en un revés de la suerte:
ella sufre, lucha y ruega.
(Permitidme que me asombre).
Que a ella se llame el “ser débil”
y a él se le llame el “ser fuerte”.
Porque es hombre.

Ella debe perdonar
siéndole su esposo infiel;
pero él se puede vengar.
(Permitidme que me asombre).
En un caso semejante
hasta puede matar él,
Porque es hombre.

¡Oh, mortal privilegiado,
que de perfecto y cabal
gozas seguro renombre!
En todo caso, para esto,
te ha bastado
nacer hombre».
Adela Zamudio