Agatha Christie, vino al mundo un 15 de septiembre de 1890 en Inglaterra, y más de un siglo después, sigue fascinando a lectores de todo el planeta.
Conocida como la «Reina del Crimen», Christie no solo reinventó la novela policíaca, sino que se atrevió a desafiar los estereotipos de su época, creando personajes femeninos audaces, inteligentes y, sobre todo, emancipados. Sus protagonistas mujeres eran mucho más que simples complementos de los hombres; eran activas, resolutivas y brillantes en su independencia, en una sociedad que apenas comenzaba a cuestionar los rígidos roles de género.
En el Libro Guinness de los Récords, Agatha Christie figura como la novelista más vendida de todos los tiempos, con cifras que solo pueden compararse a las de Shakespeare o la Biblia. Su obra El asesinato de Roger Ackroyd fue votada como la mejor novela negra jamás escrita, mientras que Diez negritos sigue siendo la novela policíaca más vendida en la historia. Además, su obra teatral La Ratonera es el espectáculo más longevo jamás representado en teatro. Sus creaciones han sido traducidas a más de 100 idiomas, llevándola a ser reconocida mundialmente como una leyenda literaria.
Christie creció rodeada de mujeres fuertes e independientes, lo que sin duda influyó en su visión y en la construcción de sus heroínas. La admiramos no solo por su innegable talento, sino también por ser un referente que nos recuerda que la narrativa femenina importa y que las mujeres tienen un papel protagonista tanto en la ficción como en la vida real.
Hoy, la recordamos con una de sus frases más inspiradoras, una reflexión que sigue siendo tan poderosa como siempre:
«Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único».
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