Claudia López Benaiges era una joven chilena de 25 años. Estudiante de danza y pedagogía en castellano, feminista y militante anarquista asesinada por los Carabineros de Chile, de un disparo por la espalda el 11 de septiembre de 1998. El crimen ocurrió en La Pincoya, en Santiago, durante una manifestación en el aniversario del Golpe de Estado en Chile. En esta manifestación también fue asesinado otro joven. Ambos crímenes permanecen impunes.
Claudia escribía poesía con la que expresaba sus más profundos deseos de lucha, justicia, resistencia y libertad. Tras su asesinato, Claudia López Benaiges se convirtió en un símbolo de lucha para los movimientos de estudiantes chilenos.
“Ellas, las hijas de puta.
Las hembras de las lunas rebeldes de la intemperie oscura, y de los soles tórridos calcinantes del yugo.
Ellas las odiadas, las despreciadas, las olvidadas, las negras, las rojas, las asesinadas, las torturadas, las…
Seguirán de frente con sus pechos polvorientos y ametrallados inflamando tus caminos, mostrándote su sexo orgullosamente erguido de guerrillas.
Continuarán explotando, gimiendo demenciales de verdades radicales, inundando los silencios de estas selvas de orgasmos libertarios.
Y ellas seguirán fecundando al mundo de más hijas e hijos de puta,
Y en las calles tomadas con sus cuerpos agirosalados de fusil, para saltarte encima y escupirle la cara a tu cabrona opresión y a tu cafiche sistema…¡¡porque hoy más que nunca la LIBERTAD lleva tatuada en la piel a una hija de puta!!».
Homenaje A Las Hijas De Puta – Claudia López Benaiges
No puedes copiar el contenido de esta página