El 1° de mayo, recordamos la lucha incansable de las mujeres por sus derechos laborales, ya que sigue siendo uno de los sectores más explotados dentro de la clase trabajadora.
La precariedad laboral y la continua discriminación salarial entre hombres y mujeres afectan de manera desproporcionada a las mujeres. Esto no solo impacta negativamente en sus oportunidades de desarrollo profesional, sino que también afecta su salud física y mental, así como su situación económica. La persistencia de la discriminación salarial refleja una desigualdad entre hombres y mujeres en nuestra sociedad. A pesar de los avances en la política laboral, las mujeres aún enfrentan importantes obstáculos para acceder a empleos dignos y salarios justos.
Además, la brecha salarial impacta de manera desigual en mujeres de mayor edad, mujeres racializadas, migrantes o con discapacidad.

¡Que este 1° de mayo sea un llamado global contra la desigualdad salarial y la discriminación hacia las mujeres trabajadoras en todo el mundo!

© 2024 by Elena Pérez González – Espacio Activista Feminista