«Una mujer tiene derecho a controlar su cuerpo. Todos deben poder decidir cuándo tener un hijo o no tenerlo. Todo niño debe ser deseado y amado. Las mujeres tienen el mismo derecho que los hombres al placer y la satisfacción sexual». Margaret Sanger
El 14 de septiembre de 1879 nació en Nueva York Margaret Sanger, una enfermera, escritora y activista feminista que revolucionó la educación sexual y el control de la natalidad.
Después de estudiar enfermería, Sanger trabajó en un hospital donde fue testigo del sufrimiento de muchas mujeres que, al enfrentar embarazos no deseados, recurrían a abortos inseguros, poniendo en peligro sus vidas. Este impacto la llevó a luchar incansablemente por la idea de que la maternidad debía ser una decisión libre para todas las mujeres.
En 1916, Sanger abrió la primera clínica de control de natalidad en Estados Unidos, donde proporcionaba información sobre anticonceptivos. Su valentía le costó la cárcel, pero esto no la detuvo. Posteriormente, fundó la Liga Estadounidense para el Control de la Natalidad, extendiendo sus ideas a nivel internacional y sentando las bases del movimiento por los derechos reproductivos.
Gracias a su lucha incansable, el acceso al aborto fue legalizado en Estados Unidos, y su legado ha mejorado las vidas de millones de mujeres en todo el mundo.
Hoy, recordamos a Margaret Sanger como una figura clave en la conquista de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Su determinación y su lucha nos recuerdan que el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos es exclusivamente nuestro. Nosotras somos quienes gestamos, parimos y, por lo tanto, nosotras decidimos. Esa libertad es fundamental y no debe ser cuestionada.