«Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz. La gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios unos con otros, ese día estaremos educando para la paz». Maria Montessori

Hoy, recordamos el nacimiento de una pionera, una feminista adelantada a su tiempo que rompió barreras y nos legó una visión radicalmente nueva de la educación: Maria Tecla Artemisia Montessori.

Un 31 de agosto de 1870 nacía en Italia esta mujer excepcional, médica especializada en pediatría y psiquiatría; filósofa, pedagoga, inventora y feminista comprometida. En una época donde las oportunidades para las mujeres eran mínimas, Montessori abrió puertas que parecían cerradas para siempre. Fue la primera mujer médica de Italia y una de las primeras en ejercer su profesión en el país, enfrentándose a los prejuicios y restricciones de género con un coraje y determinación incomparables.

Creadora del Método Montessori, revolucionó el sistema convencional de enseñanza con una forma de educación alternativa, basada en la capacidad innovadora que tienen los niños y niñas, y que consiste en considerarlos como sujetos activos, capaces de autoeducarse. Montessori defendía una educación que promoviera el desarrollo natural de los niños, respetando su independencia.
Montessori, también fue una firme defensora de los derechos de las mujeres: desde el trabajo digno hasta la igualdad salarial y la lucha contra los estereotipos de género.Su visión educativa basada en la colaboración y el respeto mutuo, reflejaba su profundo compromiso con la paz y la justicia social.

Maravillada y agradecida, hoy celebramos a esta mente brillante, cuyo legado ha cambiado vidas y sigue inspirando a generaciones. Su lucha por un mundo más justo y equitativo continúa siendo más relevante que nunca.