«Dejaos, amigas mías, de esos embustes que os enseñan las religiones todas. Desterrad lejos, muy lejos, esas preocupaciones que os tienen, como a los esclavos del siglo XIII, con un dogal que no os deja moveros para que no penetréis en la senda de la razón. Mi voz no llega a todas vosotras, compañeras queridas; pero seáis como seáis las que leáis estos renglones que dicta un corazón que siente y un cerebro que piensa, no olvidéis que la mujer se ha de preocupar por su suerte, ha de leer los libros que enseñan y contienen las obras de libertad. Ha de asociarse con sus compañeras y hermanas, para formarse cátedras populares donde aprender a discutir o para ir aprendiendo lo que nos conviene saber”. A la mujer, fraternidad – Teresa Claramunt
El 4 de junio de 1862 nacía en Sabadell, Barcelona, Teresa Claramunt Creus, una destacada dirigente anarquista, sindicalista, activista obrera y feminista. A lo largo de su vida, dedicó sus esfuerzos incansables a la lucha obrera y a la reivindicación de los derechos de las mujeres. Teresa rompió con las normas de género de su tiempo, desafiando y cuestionando el modelo de feminidad dominante.
En 1892, promovió la creación de la primera sociedad feminista española: la Sociedad Autónoma de Mujeres de Barcelona. Más adelante, fundó el grupo anarquista de Sabadell. También participó activamente en la Huelga de las Siete Semanas de 1883, reivindicando la jornada laboral de ocho horas. La tenacidad y el coraje de esta valiente mujer sentaron las bases de un feminismo obrerista y anarquista.
Durante su vida, Teresa enfrentó destierros, huidas y encarcelamientos, en los que fue brutalmente represaliada. Estas experiencias le dejaron secuelas que provocaron una parálisis progresiva, causándole la muerte el 11 de abril de 1931.