“Soy Teresa Wilms Montt… y aunque nací cien años antes que tú, mi vida no fue tan distinta a la tuya. Yo también tuve el privilegio —y la carga— de ser mujer. Tú lo sabes mejor que nadie. Viví cada respiro con intensidad, cada instante lo hice mío. Destilé mujer en cada acto. Intentaron reprimirme, pero no pudieron.
Cuando me dieron la espalda, yo enfrenté de frente.
Cuando me dejaron sola, fui mi propia compañía.
Cuando quisieron matarme, abracé la vida.
Cuando trataron de encerrarme, rompí mis cadenas.
Cuando me amaron sin amor, amé con más fuerza.
Cuando intentaron callarme, grité más alto.
Cuando me golpearon, respondí.
Me crucificaron, me mataron y me enterraron, mi familia, la sociedad.
Nací cien años antes que tú, y sin embargo, te veo en mí.
Soy Teresa Wilms Montt, y no soy apta para señoritas”.
El 8 de septiembre de 1893, nacía en Viña del Mar, Chile, María Teresa de las Mercedes Wilms Montt, más conocida como Thèrése Wilms Montt. Escritora, poetisa, precursora feminista y anarquista.
Su texto refleja una lucha visceral por la libertad, el amor propio y la resistencia a un sistema opresivo que aún persiste en la experiencia global de las mujeres hoy. Teresa Wilms Montt, con su vida apasionada y su espíritu rebelde, encarna esa fuerza que desafía las normas y expectativas impuestas a las mujeres desde tiempos inmemoriales.
A través de sus palabras, nos habla de la constante batalla por ser mujer en un mundo que castiga la independencia y la libertad femenina. Al recordarla, no solo honramos a una mujer valiente que vivió con intensidad y rebeldía, sino que también nos reconocemos en su lucha. Aunque los tiempos hayan cambiado, las barreras que enfrentamos no son tan distintas: seguimos sufriendo juicios sociales, violencia, intentos de silenciarnos. La lucha diaria por reivindicar nuestro espacio, nuestra voz y nuestra dignidad sigue siendo necesaria.
Teresa nos recuerda que la historia de cada mujer está intrínsecamente ligada a la de las demás. Su grito de libertad es el mismo que lanzamos hoy: frente a la opresión, nos rebelamos; frente al dolor, renacemos. Porque, como ella, nos negamos a ser «aptas para señoritas». Elegimos vivir a nuestra manera, desafiando el orden establecido, aunque eso nos cueste la incomprensión de quienes no aceptan nuestra libertad, porque nuestra libertad les asusta y los amenaza.
Wilms Montt nos inspira a encontrar el valor de seguir adelante, entendiendo que, a pesar de las diferencias de época, somos herederas de esa resistencia. Seguimos reclamando la vida, el amor y la libertad que nos pertenecen, sin pedir permiso. Frente a la adversidad, debemos hacer lo que ella hizo: dar más de nosotras mismas, responder con fuerza y no dejar que nadie nos defina ni nos limite.
Hoy, al recordar su nacimiento, reflexionamos sobre nuestras propias vidas y luchas. Teresa Wilms Montt, con su historia, nos invita a no retroceder, a seguir gritando nuestras verdades y a vivir intensamente, a pesar de todo.
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